domingo, 30 de enero de 2011

Tosca, desde el Met


Tosca - Puccini

Floria Tosca, a celebrated singer ..... Sondra Radvanovsky (Soprano)
Mario Cavaradossi, a painter ..... Marcelo Álvarez (Tenor)
Baron Scarpia, chief of police ..... Falk Struckmann (Baritone)
Cesare Angelotti, former Consul of the Roman Rep. ..... Peter Volpe (Bass)
A Sacristan ..... Paul Plishka (Bass)
Spoletta, a police agent ..... Dennis Petersen (Tenor)
Sciarrone, a gendarme ..... James Courtney (Bass)
A Jailer ..... Harold Wilson (Bass)
Chorus and Orchestra of Metropolitan Opera
Marco Armiliato - Conductor

Metropolitan Opera, New York

Acto primero: http://www.megaupload.com/?d=WNEX5MNR

Acto segundo y tercero: http://www.megaupload.com/?d=QG6FPT1M

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sábado, 29 de enero de 2011

La Forza del Destino, en Parma


Probablemente, la de anoche fue la “prima” más tranquila de las óperas que se llevan representadas esta temporada en Parma (contando el Festival Verdi), si bien La Forza del destino, abría la Stagione Lirica, del Teatro Regio. Si bien es cierto que, antes si habían surgido problemas, como las sustituciones de Daniela Dessì por Dimitra Theodossiu , y Francesco Hong por Aquiles Machado.

Dimitra Theodossiu, que debutaba como Leonora, tuvo una noche irregular. Combinó momentos maravillosos, con pianos, medias voces… con un agudo estridente y abierto, que afearon su interpretación. Pero es una soprano con temperamento y personalidad, cosa que si consiguiera arreglar esos problemas, puede ser una buena Leonora. Aún así, hubo peticiones incluso de bis, para su “Pace, pace”.

Aquiles Machado, se encargó de dar vida a Álvaro (que creo que también debutaba). Bueno es un decir, porque cantó de forma monótona y rutinaria, sin transmitir absolutamente nada. Todo cantado en forte, porque no tiene la voz para el personaje. Vocalmente, no le encontré muchas diferencias con respecto a la última vez que le escuché, hará ¿2 años?, en La Leyenda del Beso, en el Teatro de la Zarzuela. Sigue teniendo el agudo abierto y desparramado, aunque intenta cubrirlo, no lo consigue. Me sorprenden los comentarios que he leído últimamente, sobre su recuperación vocal (algo así como lo de Alagna) porque como digo, yo no noté esa mejora. Lo único que ha cambiado, es su aspecto físico, que ha adelgazado muchísimo.

El barítono Vladimir Stoyanov, cantó Carlo di Vargas. Fue, junto a la Theodossiu, lo mejor de la noche. Tampoco es que fuera una interpretación que pasará a los “Annales verdianos”, pero en los tiempos que corren la verdad, es que no me disgustó. Es un barítono (vamos, no un señor que pone voz de barítono), que posee la voz para cantar el rôle, aunque Su Carlo no es que tuviera muchos matices. Aún así, se comió a Aquiles en el duo final.

El resto del reparto bastante horroroso, con un Scandiuzzi (Padre guardiano), que además de su emisión de gola, no dio una nota en su sitio. Muy olvidables, la Preziosilla de Mariana Pentcheva y el Fra Melitone de Carlo Lepore. (¿He dicho alguna vez que ODIO toda la parte de Preziosilla y Melitone?)

La dirección musical corrió a cargo de Gianluigi Gelmetti, que consiguió que la orquesta no sonara “chimpumpera” como en anteriores ocasiones, pero poco más…

De la puesta en escena, de esas que no molestan. Yo la verdad, es que cada vez más, les presto menos atención...

El reparto completo es el siguiente:

LA FORZA DEL DESTINO
Melodramma in quattro atti
su libretto di Francesco Maria Piave
dal dramma Don Álvaro o La fuerza del sino
di Ángel Perez de Saavedra
Musica GIUSEPPE VERDI
Edizione critica a cura di Philipp Gossett e William Holmes, the University of Chicago Press, Chicago e Universal Music Publishing Ricordi srl, Milano
Personaggi Interpreti
Marchese di Calatrava ZIYAN ATFEH
Donna Leonora DIMITRA THEODOSSIOU

Don Carlo di Vargas VLADIMIR STOYANOV
Don Alvaro AQUILES MACHADO
Preziosilla MARIANA PENTCHEVA

Padre guardiano ROBERTO SCANDIUZZI

Fra Melitone CARLO LEPORE
Curra ADRIANA DI PAOLA
Un alcade ALESSANDRO BIANCHINI
Mastro Trabuco MYUNG HO KIM
Un chirurgo GABRIELE BOLLETTA
    
Maestro concertatore e direttore
GIANLUIGI GELMETTI
Regia, scene, costumi, coreografia e luci
STEFANO PODA
Maestro del coro
MARTINO FAGGIANI
ORCHESTRA E CORO DEL TEATRO REGIO DI PARMA
Nuovo allestimento del Teatro Regio di Parma
La grabación corresponde al AUDIO de la función, porque si habéis visto los videos, el streaming del video es bastante malo. Si alguien está interesado por el video, que lo pida y lo subiré.

Atto primo - Atto secondo: http://www.megaupload.com/?d=MGW5EQL6

Atto terzo: http://www.megaupload.com/?d=YHU11VJT

Atto quarto: http://www.megaupload.com/?d=7TPZLRC1

sábado, 22 de enero de 2011

Gala 70 aniversario de Plácido Domingo


A veces parece que el mundo de la ópera se divide entre "Dominguistas" y "Antidominguistas", o eso es lo que nos quieren hacer creer algunos. Me niego. Existe un grupo de aficionados , entre los que servidora se encuentra, a los que les gusta mucho Domingo en determinados personajes y en otros, pues como que no. Y también creo que en los últimos años, está haciendo cosas que no debería hacer, como por ejemplo, recurrir a papeles de barítono para seguir añadiendo rôles a la larguísima lista de personajes interpretados por el gran Domingo (porque sí, es grande). Que Plácido está a la vuelta de todo y puede hacer lo que le venga en gana, nadie lo discute, pero a veces parece que está prohibido valorar negativamente esos experimentos. En fin. ¡Ojalá tuvieramos en la actualidad un tenor como el Domingo, de los años 70!

Pero hablemos de la gala homenaje. Una gala en la que se echaron de menos muchos nombres... Y en los que sí estuvieron presentes muchos ganadores de Operalia, y algunos que no actuaron como Aragall, Elena Obratzova y Angela Gheorghiu. El programa fue el siguiente:


Primera Parte

Freudig begrüßen wir die edle Halle - Tannhauser - Coro y Orquesta del Teatro Real
Da geht er hin - Der rosenkavallier - Deborah Polaski
Ich sah das Kind an seiner Mutter Brust - Parsifal - Angela Denoke
Du bist der Lenz - Die Walküre - Anja Kampe
Au fond du temple saint - Pescadores de Perlas - Paul Groves y Bryn Terfel
Obertura - La Forza del Destino - Orqhesta Teatro Real
Credo in un Dio crudel - Otello - Juan Pons
O don fatale - Don Carlo - Dolora Zajick
Te Deum - Tosca - Bryn Terfel y Coro del Teatro Real

Segunda parte

Va pensiero - Nabucco - Coro y Orquesta del Teatro Real
Ella giammai m'amo - Don Carlo - René Pape
Qual fiamma avea nel guardo! - Pagliacci - Inva Mula
Nemico della patria - Andrea Chenier - Lado Atanelli
Sola, perduta, abbandonata - Manon Lescaut - Ainhoa Arteta
L'alba separa dalla luce l'ombra - Tosti - José Bros
Meine lippen sie kussen so heiB - Giuditta - Sonya Yoncheva
Tres horas antes del dia - La marchenera - Ana María Martínez
Madamina il catalogo e questo - Don Giovanni - Erwin Schrott
PLA-CI-DO (regalo de Tan Dun, estreno absoluto)
Tutto nel mondo è burla - Falstaff - Maite Alberola, Lado Atanelli, Raúl Gimenez, Paul Groves, Xavier Moreno, Inva Mula, Natascha Petrinsky, Juan Pons, Dolora Zajick, Miguel Ángel Zapater, Coro del Tetro Real.

De la primera parte, destacaron sobre todo La Zajick con su O Don Fatale, pese a un apurillo al final del aria; Terfel tanto en el duo de Pescadores como en el Te Deum y sorprendentemente bien Juan Pons en el Credo de Iago.

La segunda parte del concierto, comenzó con Pape y su aria de Felipe II. Pape sólo anduvo cómodo por el centro, rebuscando graves en la zona de abajo que no encontró (evidentes cambios en la voz, cuando engolaba y cuando dejaba de engolar), e intentó medias voces que no siempre salieron. Mula, perdidísima como Nedda. Arteta, pese a la evolución de su voz, de su sentimiento y emoción en Manon Lescaut, no puede cantarla; carece de los graves necesarios y la voz sufrió en la mayoría de subidas al agudo en el que se le descontrolaba el vibrato. Bros no está para cantar, ni Percy , ni Tosti, ni mucho menos el Rodolfo de Bohème, como le comentó a Albert Garceran en una entrevista. Ayer rozó el gallo en la canción de Tosti al querer dar un La; y es que esa voz está abierta y eso no se puede achacar a un resfriado. Sonya Yoncheva, una mezcla de Yoryu y Netre y última ganadora de Operalia, muy bien en la opereta. Y Erwin, salvo algún engolamiento, mejor que las últimas veces que lo he escuchado, aunque es de juzgado de guardia cómo terminó el aria. Lo de Tan Dun, pa´el que le guste

La sorpresa final para Plácido, fue la intervención de Teresona (showomantotal!!!!) que hizo emocionar a Plácido y al que le cantó el "Happy Birthday" a lo Marilyn.

Entrevista a Plácido Domingo, realizada por Iñaki Gabilondo: http://www.megaupload.com/?d=ZBDMSLHW
Primera parte de la Gala: http://www.megaupload.com/?d=LOQOTCPL
Segunda parte de la Gala: http://www.megaupload.com/?d=YLQDC3E1

Pass: zerlinetta

miércoles, 19 de enero de 2011

Cavalleria Rusticana-Pagliacci. Teatro alla Scala


PAGLIACCI

opera in 1 prologo e 2 atti di Ruggero Leoncavallo

Nedda, Oksana Dyka

Canio, José Cura

Tonio, Ambrogio Maestri

Beppe / Arlecchino, Celso Albelo

Silvio, Mario Cassi

Orchestra e Coro del Teatro alla Scala di Milano

direttore, Daniel Harding

regia, Mario Martone

scene, Sergio Tramonti

costumi, Ursula Patzak
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CAVALLERIA RUSTICANA

melodramma in 1 atto di Giovanni Targioni-Tozzetti e Guido Menasci

musica di Pietro Mascagni

Santuzza, Luciana D'Intino

Lola, Giuseppina Piunti

Turiddu, Salvatore Licitra

Alfio, Claudio Sgura

Mamma Lucia, Elena Zilio

Orchestra e Coro del Teatro alla Scala di Milano

direttore, Daniel Harding

regia, Mario Martone

scene, Sergio Tramonti

costumi, Ursula Patzak

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lunes, 17 de enero de 2011

Rayuela


Había una caja como de zapatos y la Maga de rodillas puso el disco tanteando
en la oscuridad y la caja de zapatos zumbó levemente, un lejano acorde se instaló
en el aire al alcance de las manos. Gregorovius empezó a llenar la pipa, todavía
un poco escandalizado. No le gustaba Schoenberg pero era otra cosa, la hora, el
chico enfermo, una especie de transgresión. Eso, una transgresión. Idiota, por lo
demás. Pero a veces le daban ataques así en que un orden cualquiera se vengaba
del abandono en que lo tenía. Tirada en el suelo, con la cabeza casi metida en la
caja de zapatos, la Maga parecía dormir.
De cuando en cuando se oía un ligero ronquido de Rocamadour, pero
Gregorovius se fue perdiendo en la música, descubrió que podía ceder y dejarse
llevar sin protesta, de legar por un rato en un vienés muerto y enterrado. La
Maga fumaba, tirada en el suelo, su rostro sobresalía una y otra vez en la sombra,
con los ojos cerrados y el pelo sobre la cara, las mejillas brillantes como si
estuviera llorando, pero no debía estar llorando, era estúpido imaginar que
pudiera estar llorando, más bien contraía los labios rabiosamente al oír el golpe
seco en el cielo raso, el segundo golpe, el tercero. Gregorovius se sobresaltó y
estuvo a punto de gritar al sentir una mano que le sujetaba el tobillo.
—No haga caso, es el viejo de arriba.
—Pero si apenas oímos nosotros.
—Son los caños —dijo misteriosamente la Maga—. Todo se mete por ahí, ya
nos ha pasado otras veces.
—La acústica es una ciencia sorprendente —dijo Gregorovius.
—Ya se cansará —dijo la Maga—. Imbécil.
Arriba seguían golpeando. La Maga se enderezó furiosa, y bajó todavía más el
volumen del amplificador. Pasaron ocho o nueve acordes, un pizzicato, y
después se repitieron los golpes.
—No puede ser —dijo Gregorovius—. Es absolutamente imposible que el tipo
oiga nada.
—Oye más fuerte que nosotros, eso es lo malo.
—Esta casa es como la oreja de Dionisos.
—¿De quién? El muy infeliz, justo en el adagio. Y sigue golpeando,
Rocamadour se va a despertar.
—Quizá sería mejor...
—No, no quiero. Que rompa el techo. Le voy a poner un disco de Mario del
Mónaco para que aprenda, lástima que no tengo ninguno. El cretino, bestia de
porquería.

Rayuela, Capítulo 28. (Julio Cortázar)


Vídeo de stand1989

domingo, 16 de enero de 2011

Marilyn Horne, 77 años


Vídeo de conmaleta

Hoy la gran mezzo norteamericana cumple 77 años. ¡Brava!

P.D. Tras conocer la opinión que tiene sobre ella, un conocido "crítico de voces", hace que me reafirme, en que no tiene ni p*** idea. He dicho.

viernes, 14 de enero de 2011

Black el payaso...

O de cómo un payaso, se convierte en rey.





Hacer de un mísero payaso, un soberano triunfador;
cambiar en éxito el fracaso, ésta es la fuerza del amor.
Correr el áspero camino, sin que se entibie nuestro ardor
vencer con ímpetu al destino,
¡Esta es la fuerza del amor!.
Como una rosa encendida viniste a mi soledad,
para ofrecerle a mi vida una nueva claridad.
Como una rosa encendida, el triunfo supe obtener
y he de llevarla prendida a tu gloria, mujer.
Lograr que el ánimo despierte,
frente a la angustia y el dolor;
mirar con júbilo a la muerte ...
¡Esta es la fuerza del amor!


BLACK EL PAYASO (1942).Zarzuela en un prólogo y tres actos. Liberto de Francisco Serrano Anguita y música de Pablo Sorozábal.
Romanza de Black "Hacer de mi un mísero payaso", interpretada por Renato Cesari.

lunes, 10 de enero de 2011

La edad de la inocencia


Era una tarde de enero de comienzos de los años setenta. Christine Nilsson cantaba Fausto en el teatro de la Academia de Música de Nueva York.
Aunque ya había rumores acerca de la cons¬trucción -a distancias metropolitanas bastante remotas, "más allá de la calle Cuarenta"- de un nue¬vo Teatro de la Opera que competiría en suntuosidad y esplendor con los de las grandes capitales euro¬peas, al público elegante aún le bastaba con llenar todos los inviernos los raídos palcos color rojo y dorado de la vieja y acogedora Academia. Los más tradicionales le tenían cariño precisamente por ser pequeña e incómoda, lo que alejaba a los "nuevos ricos" a quienes Nueva York empezaba a temer, aunque, al mismo tiempo, le simpatizaban. Por su parte, los sentimentales se aferraban a la Academia por sus reminiscencias históricas, y a su vez los melómanos la adoraban por su excelente acústica, una cualidad tan problemática en salas construidas para escuchar música.
Madame Nilsson debutaba allí ese invierno, y lo que la prensa acostumbraba a llamar "un públi¬co excepcionalmente conocedor" había acudido a escucharla, atravesando las calles resbaladizas y llenas de nieve en berlinas particulares, espaciosos landós familiares, o en el humilde pero prácti¬co coupé Brown. Ir a la ópera en este último vehículo era casi tan decoroso como hacerlo en carruaje propio; y retirarse de igual manera tenía la inmensa ventaja de permitir (con una alusión jocosa a los principios democráticos) trepar en el primer transporte Brown de la fila, en vez de esperar hasta que apareciera la nariz congelada por el frío y congestionada por el alcohol del cochero particular reluciendo bajo el pórtico del Teatro. Una de las mejores intuiciones del cochero de alquiler fue descubrir que los norteamericanos desean alejarse de sus diversiones aún con mayor prontitud que llegar a ellas.
Cuando Newland Archer abrió la puerta del palco del club, recién subía la cortina en la escena del jardín. No había ningún motivo para que el joven llegara tarde, pues cenó a las siete, solo con su madre y su hermana, y después se quedó un rato fumando un cigarro en la biblioteca gótica con estanterías barnizadas en nogal negro y sillas coronadas de florones, que era la única habitación de la casa donde Mrs. Archer permitía que se fumara. Pero, en primer lugar, Nueva York era una metrópolis perfectamente consciente de que en las grandes capitales no era "bien visto" llegar temprano a la ópera; y lo que era o no era "bien visto" jugaba un rol tan importante en la Nueva York de Newland Archer como los inescrutables y ancestrales seres terroríficos que habían dominado el destino de sus antepasados miles de años atrás.
La segunda razón de su atraso fue de carácter personal. Se le pasó el tiempo fumando su cigarro porque en el fondo era un gozador, y pensar en un placer futuro le daba una satisfacción más sutil que su realización, en especial cuando se trataba de un placer delicado, como lo eran la mayoría de sus placeres. En esta oportunidad el momento que anhelaba era de tan excepcional y exquisita calidad que incluso si hubiera cronometrado su llegada con el director de escena no podría haber entrado en el teatro en un momento más culminante que cuando la prima donna comenzaba a cantar: "Me quiere, no me quiere, ¡me quiere!", dejando caer los pétalos de una margarita entre notas tan diáfanas como el rocío.
Ella decía, por supuesto "¡M´ama!" y no "me quiere", ya que una ley inalterable e incuestiona¬ble del mundo de la música ordenaba que el texto alemán de las óperas francesas, cantadas por artistas suecas, debía traducirse al italiano para mejor comprensión del público anglo-parlante. Esto le parecía muy natural a Newland Archer, igual que todas las demás convenciones que moldea¬ban su vida, como tener que usar dos escobillas con mango de plata y su monograma esmaltado en azul para hacer la raya de su cabello, y la de jamás aparecer en sociedad sin una flor en el ojal (de preferencia una gardenia).
"M´ama... non m´ama..." cantaba la prima donna, y "¡M´ama!" con un estallido final de amor triunfante, en tanto apretaba en sus labios la des¬hojada margarita y levantaba sus ojos hacia el sofisticado semblante del pequeño y moreno Fausto-Capoul, que trataba en vano, enfundado en su estrecha casaca de terciopelo púrpura y con su sombrero emplumado, de parecer tan puro y ver¬dadero como su ingenua víctima.
Newland Archer, apoyado contra la pared del fondo de su palco, quitó sus ojos del escenario y examinó el otro lado del teatro. Justo frente a él estaba el palco de la anciana Mrs. Manson Mingott, cuya monstruosa obesidad la imposibilitaba, desde hacía tiempo, de asistir a la ópera, pero que en las noches de gala estaba siempre representada por los miembros más jóvenes de la familia. En esa ocasión, el palco estaba ocupado, en primer lugar, por su nuera, Mrs. Lovell Mingott, y su hija, Mrs. Welland; detrás, y un tanto retirada de aquellas matronas vestidas de brocado, se sentaba una joven con traje blanco, que miraba extasiada a los amantes del escenario. Cuando el "¡m´ama!" de Madame Nilsson hizo vibrar el teatro silencioso (en los palcos siempre se dejaba de hablar duran¬te el aria de la margarita), un cálido color rosa tiñó las mejillas de la joven, que se ruborizó hasta las raíces de sus rubias trenzas; el rubor se exten¬dió por la juvenil curva de su pecho hasta donde se juntaba con un sencillo escote de tul adornado con una sola gardenia. Bajó los ojos hacia el in¬menso ramo de lirios silvestres que tenía en su regazo, y Newland Archer vio que las yemas de sus dedos, cubiertos por blancos guantes, tocaban suavemente las flores. Sintiendo su vanidad satis¬fecha, Archer suspiró y volvió los ojos al escenario.
No se había ahorrado gastos en la escenografía, que fue calificada de bellísima aun por quie¬nes compartían con Archer su familiaridad con la Opera de París y de Viena. El primer plano, hasta las candilejas, estaba cubierto con una tela verde esmeralda. A media distancia, algunos montículos simétricos de un verde musgo de lana cercado por argollas de croquet hacía de base para arbustos que parecían naranjos y estaban salpicados de enormes rosas rosadas y rojas. Gigantescos pensamientos, muchísimo más grandes que las rosas y muy parecidos a los limpiaplumas florales que hacían las señoras de la parroquia para los clérigos elegantes, sobresalían del musgo bajo los rosales; y aquí y allá una margarita injertada en una rama de rosa florecía con la exuberancia pro¬fética de los remotos prodigios de Mr. Luther Burbank.
En medio de este jardín encantado, Madame Nilsson, vestida de cachemir blanco con incrusta¬ciones de satín azul pálido, un pequeño bolso que colgaba de un cinturón azul y gruesas trenzas amarillas colocadas cuidadosamente a cada lado de su blusa de muselina, escuchaba con ojos ba¬jos los apasionados galanteos de Mr. Capoul, y asumía un aire de ingenua incomprensión a sus propósitos cuando éste, con palabras o gestos, indicaba persuasivo la ventana del primer piso de la pulcra casa de ladrillo que sobresalía en forma oblicua desde el ala derecha.
"¡Qué adorable!" -pensó Newland Archer, cuya mirada había vuelto a la joven de los lirios silvestres-. "No tiene idea de qué se trata todo esto". Y contempló su absorto rostro juvenil con un estre¬mecimiento de posesión en que se mezclaba el orgullo de su propia iniciación masculina con un tierno respeto por la infinita pureza de la joven. "Leeremos Fausto juntos... a orillas de los lagos italianos...", pensó, confundiendo en una nebulo¬sa el lugar de su planeada luna de miel con las obras maestras de la literatura que sería su privile¬gio varonil enseñar a su novia. Fue recién esa tarde que May Welland le dejó entender que a ella "le importaba" (la consagrada frase neoyorquina de aceptación que dice una joven soltera), y ya su imaginación, pasando por el anillo de compromiso, el beso en la fiesta y la marcha nupcial de Lohengrin, la ponía a su lado en algún escenario embrujado de la vieja Europa.
                                                                                                  La Edad de la inocencia (Edith Wharton)



Vídeo de jacquesur

viernes, 7 de enero de 2011

Renata Tebaldi y una rareza

Rareza, porque es el debut como Desdemona, de la gran Tebaldi:
http://www.youtube.com/watch?v=OP_KkULaOkI&feature=related

El acontecimientoo tuvo lugar en el Teatro Verdi de Trieste, en 1945, cuando la soprano contaba con 23 años. ¡Increible cómo sonaba esa voz con sólo 23 años!.

Le acompaña el histórico Francesco Merli como el moro de Venezia.

domingo, 2 de enero de 2011

Concerto di Capodanno 2011

Viva La Fenice! Es lo único que puedo decir después de haber visto y escuchado 3 conciertos de Fin de Año, que se han emitido por televisión, en las últimas 24 horas.

El de Dudamel/Garanca, lo pillé casi al final, desde que comenzaron con Carmen. Lo de Dudamel es de traca, si Bizet levantara la cabeza, le daba de hostias, seguro. Unos tempi rarísimos que a mi me mataron y creo que a Garanca también, que tuvo algún sustillo. Por otro lado sigo sin ver a Elina cantando Carmen, lo siento, yo quiero a una Carmen racial y "comehombres"; y Garanca no lo es. Aunque debe ser problema mio, por no ser un tio, o ser hetero, porque a mi verla "no me pone". Estuvo mejor en las carceleras, cosa que siempre agradezco a la mezzo letona, su apuesta por la zarzuela.

Lo de Dudamel y Falla, confirmó lo de Carmen. ¿Qué narices hace? de verdad, a mi este chico no me convence...

El del Teatro Real, fue de traca. Todavía no sé cuál era el hilo conductor de la gala/concierto si es que lo tenía... Horrible María Bayo, que no afinaba ni por casualidad y Jordi, pués eso, Jordi... Probablemente lo mejor de la noche, el ballet de Antonio Gades y su Carmen.

Y ayer, el de La Fenice. Me encanta esa orquesta, algo que ya pudimos disfrutar durante el Elisir de Albelo/Rancatore, y ayer dirigida por Harding, me volvió a confirmar. Además, cuenta con un buen coro. Un concierto "italiano" con Verdi, Bellini, Rossini, Donizetti, Puccini y en el que también se coló Mozart, reivindicativo de la cultura italiana, en el momento tan complicado que se está viviendo en Italia.

Los tres cantantes solistas, estuvieron en líneas generales, bien. Aunque Antonio Poli, no tuvo su noche. Es un joven tenor lírico de 24 añitos, con grandes posibilidades, un buen material, con pocos problemas técnicos (bueno, el consorte me diría, que esa "e" es para matarlo) y que yo creo que va a hacer una buena carrera (eso si, a ver si le mete algo de sangre en esa horchata que le corre por las venas). Pero anoche el "Parmi" se le atragantó. No sé si es que andava con algún problema físico, porque debería haber cantado "La danza" de Rossini y no lo hizo.

Creo que es la vez que mejor he escuchado a Desirée Rancatore. Hay algo de la Rancatore que no me gusta nada, y es que tenga 3 colores, uno para el grave, otro para el centro y otro para el agudo. Pero ayer su voz sonó más homogenea que en otras ocasiones y consiguió colocar los agudos y sobreagudos en su sitio, sin sonar gritados ni nada por el estilo. Sorprendidísima me dejó su "Follie, follie".

Luca Pisaroni, fantástico como siempre. Quizás se le podría reprochar cierto engolamiento, en su Fígaro, cosa que no entiendo básicamente porque no le hace ninguna falta.

En definitiva, un buen concierto, que me supo a poco, por su duración; y que alguien grabó y está disponible en youtube:


Vídeos de BISNAH


Eso si... ¿qué hacían los de Fama a bailar, en el ballet?

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