Elegir entre los dos sería como responder a la pregunta, ¿a quién quieres más a papá o a mamá? No puedo responder. Las dos versiones son maravillosas. Tal vez me guste más la interpretación de la partitura que hace Giulini, junto a Schwarzkopf, Taddei, Frick o el propio Wächter (barítono lírico muy apropiado a Don Giovanni) con la magnífica serenata. Pero Furt es Furt, y el reparto también está a la altura con Grümmer, Dermota, della Casa. Y más aún, en la versión de Furtwängler, está DON GIOVANNI, porque Cesare Siepi ES Don Giovanni.
Pues eso, ¡viva Giulini! y ¡viva Furtwängler!
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