martes, 22 de septiembre de 2009
La Stella del Nord: Disperso il crin
Con Il Crociato in Egitto, escrita para ser representada en Venecia en 1824, Meyerbeer alcanzó la fama que había estado buscando desde que esciribió su primera ópera (Jephtas Gelübde representada en 1812 en Munich). El éxito de Il Crociato, le brindó una invitación de su amigo y admirado Rossini, para ir a París y supervisar la producción de Il Crociato en el “Teatro de los italianos” en 1825. Meyerbeer se quedó, y con dos óperas (Robert le diable y Les Huguenots), Francia era suya.
Con este éxito, la oportunidad de regresar a Alemania, llegó en 1843. En agosto de ese año, la Ópera de Berlín, construida por Federico el Grande en 1742, había sido reducida a cenizas. El rey Federico Guillermo, ordenó su reconstrucción y contrató a Meyerbeer para componer una ópera que abriera el nuevo teatro, Ein Feldlager in Schlesien. El libreto, escrito por el poeta y crítico, Ludwig Rellstab, estaba basado en un episodio de la vida de Federico El Grande durante su famosa campaña de anexión de Silesia, y el rôle principal fue compuesto expresamente para Jenny Lind. La ópera se estrenó en diciembre de 1844, pero no con Jenny Lind.
Otra prima donna, Fraulein Tuczec, que había cantado durante años, en el antiguo teatro, reclamó su derecho de cantar el personaje principal en la noche de reinauguración del teatro (aunque el personaje de Vielka, no se ajustaba vocalmente para nada a su voz). Incomprensiblemente, Ein Feldlager no impresionó al público y se retiró del cartel tras 5 representaciones. Mientras tanto, Jenny Lind hizo su debut en Norma con gran éxito. El público quería escucharla ahora en una ópera alemana.
Jenny Lind cantó en alguna ocasión el personaje de Veilka en Berlín en 1845 y de nuevo en 1846, Meyerbeer revisó la ópera cambiándole título por Vielka. Regresó a París con Le Prophète en 1849. En ese momento, la Opera Comique le pidió una nueva ópera. Meyerbeer retomó de nuevo el proyecto de Ein Feldlager in Schlesien, que ahora se convertiría en L´Etoile du Nord.
Fue un gran éxito, pero como ocurre a menudo con Meyerbeer, la historia no había terminado. La premier en Londres de la ópera se hizo en italiano, y Meyerbeer escribió recitativos para sustituir los diálogos hablados. Además, escribió 2 arias para el tenor Italo Gardoni como Danilowitz. La primera era una polonesa en el acto primero. La segunda era la romanza que canta que escuchamos a continuación por Bruce Ford, en el último acto que presenta la famosa escena de locura de la heroína.
Disperso il crin sul mesto sen
A lento piè, qual ombra vien.
L´acuto stral de´suoi martir
Conforto uman non può blandir.
Sul labro il riso più non le sta,
Nè più sul viso un fior non ha.
Domanda sol, l´amico ov´è?
Perchè, crudel, non viene a me?
Lamenti e pianti ripete spesso
I frutti son del nostro amor,
E´l tristo suon dilegue e muor.
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