sábado, 27 de diciembre de 2008
Eileen Farrell y los Wesendonck Lieder
Después de haber escuchado soprano Eileen Farrell (1920-2002) en la radio, director de orquesta Leopold Stokowski la invitó, de inmediato, a grabar los Wesendonck Lieder de Wagner, con él y un pequeño conjunto de los miembros de la Filarmónica de Nueva York y el MET. Stokowski, insistió en ensayar y preparar a Farrell en cada una de las canciones del ciclo durante un período de cuatro meses, y llegó al estudio de grabación en Manhattan, el 30 de diciembre 1947, en vísperas de una huelga de los ingenieros grabación.
Teniendo en cuenta la exuberancia y obsesionante, la lentitud de tiempos de la grabación a la que el fresco, aunque naturalmente otoñal, timbre Farrell lleva a la Tristanesca "Im Treibhaus,"seguimos preguntándonos porqué está soprano no cantó nunca Wagner en escena. La voz de Farrell se encontraba en plenitud, con un centro ancho, muy bien apoyado, resistente, color oscuro y sedoso, agudos brillantes y fáciles que la convertían en una intérprete ideal para el canto wagneriano.
El "sonido Stokowski" abre "Schmerzen", donde los exuberantes bajos y resonantes trompetas, están compensados por los agudos de Farrell. Más de un crítico ha utilizado el epíteto "oceánico" para describir la última canción, "Traume", cuya oscilación de armonías en las cuerdas y el cuerno francés y ritmos ondulantes, se ciernen entre la oscuridad y la luz; entre lo etéreo y lo material .
Un goce para los oídos.
martes, 23 de diciembre de 2008
Después del Sorteo...
Vídeo de thenosesdotcom
Ya se puede felicitar la Navidad.
lunes, 22 de diciembre de 2008
Un grande
Hoy 22 de diciembre, se cumple el 150 aniversario del nacimiento del Maestro Giacomo Puccini.
Uno de los más grandes compositores de la historia de la ópera, aunque ahora "está de moda" menospreciarlo. Cosas veredes.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Die Meistersinger von Nürnberg, de K. Wagner, ya a la venta
Queridos míos, ya ha salido a la venta el DVD de Los Maestros Cantores que en los dos últimos años, se ha puesto en escena en el Festival de Bayreuth y que firmó la biznietísima Katharina Wagner.
Si queréis hacer regalito de navidad para alguien a quien queráis mucho o muy poco (eso ya es cuestión de gustos), ahí va una idea.
Recordamos el reparto:
Die Meistersinger von Nürnberg, de R. Wagner. Dirección de escena: Katharina Wagner. Escenografía: Tilo Steffens. Vestuario: Michaela Barth y Tilo Steffens. Dramaturgia: Robert Sollich. Elenco: Michaela Kaune (Eva); Carola Guber (Magdalena); Claus Florian Vogt (Walther von Stolzing); Artur Korn (Veit Pogner); Markus Eiche (Fritz Kothner); Michael Volle (Sixtus Beckmesser); Diógens Randes (Hans Foltz); Norbert Ernst (David). Coro del Festival de Bayreuth. Director del Coro: Eberhard Friedrich. Orquesta del festival de Bayreuth. Director de orquesta: Sebastian Weigle. Festival de Bayreuth 2008 .
martes, 9 de diciembre de 2008
domingo, 7 de diciembre de 2008
Plácido Domingo habla del Teatro Real y del Palau de Les Arts
En una entrevista en el diario Levante :
-El Teatro Real vive momentos de cambios. ¿La elección de Mortier como nuevo director artístico es la más adecuada o es un riesgo?
-Caray, qué pregunta. Pero bueno, este tema hay que hablarlo porque se trata del teatro de mi ciudad y me preocupa. El Real ha tenido tres directores desde que se abrió y los tres lo han hecho bien. El Real significa mucho para los aficionados y para los cantantes. Tiene un ambiente y un personal extraordinario. Se ha formado una familia. En el Real un artista siempre se siente bien tratado. Hay un equipo, una orquesta y un coro extraordinario y tres direcciones que lo han llevado muy bien. El teatro está a punto. Mortier es un hombre que sabe de teatro, pero no ha aprovechado todo lo que sabe de él.
-¿ A qué se refiere en concreto? ¿No le gusta o teme que traslade a Madrid una gestión que siempre ha levantado polvaredas?
-Mortier ha aprovechado a veces el esnobismo y otras el escándalo. En Madrid están cantando los mejores cantantes del mundo y Mortier no se preocupa de los mejores cantantes. Creo que lo puede hacer bien, pero ha de cambiar de idea. No digo que todas las óperas deban ser populares o que se tenga que hacer siempre el verismo. Pero sí hay que buscar cierto equilibrio entre equipo y dirección. De un teatro se ha de hablar por motivos de calidad, no por sus provocaciones, algo que espero que no se haga en Madrid porque no se resistirá. Y desde luego, no creo oportuno que su primera medida sea criticar al coro y la orquesta cuando son el talón de Aquiles y tienen gran calidad. Espero que cambie de ideas. Él tiene los conocimientos y la posibilidad de poder hacer un buen trabajo.
-Ya sabe que cualquier nombramiento es una decisión política.
-Pero en éste caso creo que han existido demasiados líos. El Real intentó convencer a Lissner, este escuchó otras ofertas, para acabar quedándose en la Scala. Después Mortier se ofreció a Bayreuth, firmó con la Opera City y finalmente a Madrid. Espero que, siendo como es una persona de teatro, piense que Madrid no es una ciudad fácil.
-Aquí, en Valencia, como usted bien sabe, porque conoce la trastienda del Palau de les Arts, también se esperan cambios en la dirección musical. Se va Maazel y ¿podría venir...?
-Es cierto que estoy próximo a Helga y creo que una de las cosas buenas que hizo fue contar con Maazel, Mehta y conmigo, aunque desgraciadamente mis contratos no me permiten venir todo lo que quisiera. Maazel hizo un gran trabajo formando una orquesta. Después no ha tenido el tiempo para dedicarse más a ella, pero ha formado una gran orquesta a la que habría que completar con algunos elementos más para que pueda afrontar un repertorio más amplio. En este momento todos aquellos que hemos pasado por este teatro debemos colaborar.
-No me ha contestado del todo.
- Es la Intendente del Palau de les Arts, Helga Schmidt, quien ha de buscar un director musical, o dos o quizás tres que vengan constantemente. Pero es su decisión.
-Por lo que veo propone una terna de batutas que se vayan sustituyendo y no tanto una única con todo el mando.
-Creo que el teatro está en condiciones de traer a quien quiera y eso es una ventaja muy grande. A pesar del poco tiempo que tiene de vida el Palau de les Arts goza de un gran prestigio y cualquier director de los grandes estaría dispuesto a venir. Es una ventaja muy grande. La orquesta está ahí y si cada director que viene colabora...La calidad es lo que hay que defender porque la cantidad siempre pasa a un lugar secundario.
Cambios en el Don Carlo que inaugura hoy la temporada scalígera. Se cargan a Giuseppe Filianoti
Literalmente...
La Stampa
Scala di Milano, il tenore si ribella:
"Macché malato! Mi hanno silurato"
Giuseppe Filianoti, il Don Carlo «silurato»
Il Don Carlo sostituito in extremis
ALBERTO MATTIOLI
MILANO
Lo scriva: sto benissimo. La Scala vuole che dica che sono malato. Ma non è vero. Sto be-nis-si-mo. E, fosse per me, canterei». Alt. Un passo indietro. Ore 19.22: dalla mail spunta un comunicato della Scala, laconico come in tutte le grandi occasioni. Due-righe-due: «La Direzione comunica che nella serata del 7 dicembre il ruolo di Don Carlo sarà interpretato dal tenore Stuart Neill». Nessuna spiegazione. In realtà ce ne vorrebbero perché sulle locandine è scritto che Don Carlo è Giuseppe Filianoti. Neill è il tenore della seconda compagnia, debutto previsto il 10. Alle 20.05 suona il telefono. Dall’altra parte c’è proprio Filianoti che se fossimo educati potremmo definire alquanto irritato ma, visto che siamo realisti, è proprio molto incazzato. E, detto che lui si sente benissimo, almeno fisicamente, sbotta, anzi deflagra, meglio: esplode: «Mi hanno fatto fuori».
Perché?
«Per preservarmi, dicono. C’è aria di fischi e allora, testuale, se devono fischiare, meglio che fischino Neill».
Una misura precauzionale per lei.
«Mi vogliono tanto bene, vero? Ma io ho un contratto e voglio cantare!»
Chi gliel’ha detto, quando e come?
«Chi? Nessuno. È stato tutto un palleggio di responsabilità, di gente che riferisce quel che le ha detto altra gente. Alla fine, ho chiesto di Lissner. Naturalmente, non c’era. Con Gatti non voglio parlare. Quanto al “quando”, me l’hanno detto mezz’ora fa. E non a me, ma al mio agente. E allora io mi sono precipitato alla Scala».
L’anteprima per i giovani non è andata benissimo...
«Ma quale anteprima! Basta con le furbate. Chiamiamola con il suo nome: prova generale, perché di una prova si trattava. Del resto, se non fosse stata una prova, saremmo tutti stati pagati. E invece nessuno ha visto una lira».
Però lei sembrava in difficoltà...
«Senta, io ho fatto un mese di prove e nove assiemi: nove! Sempre cantando in voce con i complimenti di tutti. Se a una prova, ripeto una prova, decido di non cantare in voce è una mia scelta legittima. E non sono stato il solo».
Insomma, sbaglia la Scala.
«Hanno paura dei fischi. Ma io sono un artista, in carriera da dieci anni, non possono gettarmi nel cestino così. Io canto con passione, l’arte non è business. È una vergogna che cose del genere succedano in quello che era il primo teatro del mondo. Anche perché chi decide deve dirmelo in faccia».
Appunto: ma chi ha deciso?
«E che ne so? Lissner o Gatti. È stato un grave errore far entrare i giornalisti alla generale. Magari qualcuno ha parlato con Gatti».
Che giudizio dà dello spettacolo?
«Cantare con Gatti è difficile. È sempre troppo lento o troppo veloce. In realtà, è un indeciso: prima ha rimesso la scena dello scambio dei veli, poi l’ha tolta. Tutto così: non sa quel che vuole. Ma un castello di carte prima o poi crolla».
E con il regista, Stéphane Braunschweig, come si è trovato?
«Ah, lui è un tesoro, intelligente, riflessivo. Più maturo e meno bambino di Gatti».
Domani cosa farà?
«Domani? Andrò in teatro, ovviamente. Ho un contratto».
Insomma, come Alagna dopo la famosa fuga dall’Aida.
«Ah, no! Intanto perché io non sono scappato, ma mi hanno cacciato. E poi perché almeno a lui è stata data l’occasione. A me, no».
Il rimpianto peggiore?
«Aver cantato per il teatro nel “Concerto per la città” durante la vertenza sindacale. E poi mi hanno trattato così...»
Lei sa che dopo questa intervista non canterà più alla Scala.
«Finché ci sarà questa gestione. Ma io dico che cambierà».
Básicamente, porque no puede con el personaje.
viernes, 5 de diciembre de 2008
¡Qué le gusta un himno!
Plácido Domingo graba hoy el himno de la Comunidad Valenciana, del Maestro Serrano, en el Palau de Les Arts.
En la grabación, estará a compañado por la Orquesta titular del teatro y el Coro de la Generalitat, dirigidos por el maestro Enrique García Asensio. Y se grabarán dos versiones,, una en castellano y otra en valenciano, que tienen previsto publicarse en CD y DVD.
Recordemos que esta obra del Maestro Serrano y letra de Maximiliano Tous, cumple 100 años en 2009
Y sigue soltando perlas...
Comenzó sus palabras hablando en español. Después, cuando hubo que entrar a fondo en los temas, se pasó al francés. Para quienes temían la depuración de Puccini, pidió calma: "Sé que debo respetar los grandes nombres del repertorio y mis gustos personales no deben influir a la hora de programar". Es más, con Puccini pudo solventar dos asuntos de un plumazo. El de sus recelos ante el creador de La Bohème y el de su relación con Plácido Domingo. El tenor había sido duro con su llegada. Llegó a declarar que para que Mortier recalara en el Real debía apaciguar su carácter. Mortier le respondió ayer: "Domingo es el más grande. Le he ofrecido cantar como barítono -hace algunas temporadas ha empezado a cantar papeles en esa tesitura- el Cavaradossi de Tosca en París, aunque nunca me contestó". (...)
Entre ellos habrá batutas europeas y españolas: "Me han hablado muy bien del trabajo de Pedro Halffter Caro y conozco a Pablo Heras Casado", dijo. Pero en su órbita se mueven otros músicos como Sylvain Cambreling, Seymon Bychkov y Esa-Pekka Salonen. "Mi sistema es el mejor y es el que pondré en práctica. Me criticaron al hacerlo en París, pero hoy la orquesta es mucho mejor".(...)
Otra de sus señas de identidad irrenunciables es la ópera del siglo XX y su compromiso con compositores vivos. "El 35% de la programación será de ese periodo. Existen muchas más óperas de esta época que de cualquiera de las otras. El público, a medida que conozca mejor la ópera contemporánea, escuchará de otra manera a Mozart, a Verdi o al mismo Puccini"
Si en ese aspecto las cosas se hacen con buen criterio, el interés del público, según Mortier, responde. Y él prefiere seducir que imponer: "No hay que dar las cosas hechas sin discusión, hay que invitar a la gente. Me enorgullezco de que en París un montaje del Wozzeck de Alban Berg agotase todas las entradas; en cambio, quedaron algunas para una Madama Butterfly...". (...)
La relación de Gérard Mortier con los creadores españoles ha sido intensa. En el mundo de las artes plásticas ha colaborado a fondo con Eduardo Arroyo, Agustín Ibarrola o Jaume Plensa. En el terreno escénico, introdujo nada más y nada menos que a la Fura dels Baus en Salzburgo en combinación explosiva con el Orfeón Donostiarra, y Lluís Pasqual ha montado varias óperas para él. Su confianza en algunos cantantes ha sido tan fructífera como sus desencuentros con otros como Domingo o Carreras. Pero le falta un nombre con el que ha soñado desde hace años: Pedro Almodóvar. "Sus películas son como óperas para mí", aseguraba a EL PAÍS después de la rueda de prensa, "ahora voy a conocerle".
En el ABC:
-¿El mejor teatro de ópera es el que tiene a los mejores cantantes?
-El centro de la ópera es la música. Y eso implica a los cantantes, a la orquesta, al coro... Los mejores cantantes no son, por otra parte, los que tienen las voces más bellas, sino los que pueden expresar mejor aquello que están cantando. Es más importante la emoción que la belleza de una voz, por eso Maria Callas era mejor que Renata Tebaldi. Y hay más. El escenario debe ser un espacio teatral. La escenografía no debe ser sólo decoración; quiero trabajar con pintores, escultores, artistas de video... Quiero que cuando un cantante diga «Te amo» no lo haga mirando al director de orquesta. La ópera no puede verse como un museo. Al marqués de Posa, en «Don Carlo», debe vérsele no como un personaje histórico, sino como a un ídolo, casi como una estrella de rock. Alguien que encarne los valores de la libertad, que quiere cambiar el mundo...
jueves, 4 de diciembre de 2008
Y habló Mortier
Han aparecido ya, en distintos medios de comunicación, un resumen de la rueda de prensa de Gérard Mortier esta mañana en Madrid. Pero, ya que en Hispaópera, han colgado el discurso completo, vamos con él: Por lo visto, también tiene intención de bajar la media de edad que acude al coliseo madrileño. Me temo, porque todo lo parece indicar, que ni Apertil ni servidora le "vamos a ayudar" a bajarla media de edad como pretende. Y es que ya se sabe que nosotros somos unos retrógrados, porque nos gusta la ópera desde Monteverid hasta Puccini (bueno a mi también me gusta gente como Korngold, no seamos tan radicales jejeje) y que consideramos como primordial la música y las voces... ¡Semos asín de cutres!
DISCURSO DE PRESENTACIÓN DE GÉRARD MORTIER
Señor Director General del INAEM, Señor Consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Señor Presidente del Patronato del Teatro Real, Señor Director General del Teatro Real, Señoras, Señores.Es para mí un honor que me hayan elegido como futuro Director Artístico del Teatro Real de Madrid y estoy conmovido por estas palabras de bienvenida tan calurosas.
Me siento muy feliz de estar hoy entre ustedes para comunicarles las ideas que deben guiar mi proyecto para el Teatro Real.Estoy convencido de que con la ayuda del Presidente, Señor Marañón, y del Director General, Señor Muñiz, podremos lograrlo con éxito.Es también el momento de agradecer a Antonio Moral el trabajo realizado y de ofrecerle todo mi apoyo, de colega a colega, a lo largo de su gestión de la temporada 2009-2010. Somos amigos desde hace años y he podido acogerle a menudo en el Festival de Salzburgo.
Hemos tenido muchos intercambios de ideas sobre el futuro de la ópera y me ha hecho muy feliz trayendo al Teatro Real varias producciones de la Ópera de París, como Desde la casa de los muertos y El caso Makropulos.Tras estas palabras de agradecimiento, les pido que me permitan continuar mi introducción en francés y decirles que confío en que mi estudio de la lengua española avanzará rápidamente para que pronto pueda comunicarme con ustedes en español.
1. Si he decidido venir a Madrid en los próximos años, tras un largo recorrido de aprendizaje que me ha llevado desde Alemania a Bruselas, del Festival de Salzburgo en Austria a la Ruhr Triennale en Alemania, y finalmente a París, es porque soy un Europeo convencido, que cree profundamente que un futuro próspero de nuestro continente sólo puede estar garantizado mediante la integración europea, en la que las diferentes regiones y naciones aportarán su propio colorido y por tanto, su creatividad. Por ello, me gustará mucho aprender su idioma, que es uno de los más importantes del mundo, y que es el único camino para comprender realmente las mentalidades y la diversidad europea.
La ópera es el arte europeo por excelencia y su ejecución en lengua original es justamente precursora de esta integración europea. Al mismo tiempo, este arte exige que según la ciudad, la nación o la región en la que la ópera se represente, se haga adoptando sus diversos acentos.
2. El hecho de haber sido educado por los jesuitas y de haber nacido en la misma ciudad que Carlos V -y sin duda el que todos los flamencos tengan un 25% de sangre española-, ha creado en mí un vínculo natural con vuestro país, que es España. Y sin embargo, no fue hasta los años ochenta cuando por primera vez sobrevolé los Pirineos para asistir a una producción de Don Carlo en el Teatro de la Zarzuela dirigida por Lluis Pasqual, y de la que derivó una larga colaboración. Desde entonces, he tenido el placer de ser artífice del debut de numerosos artistas españoles, tanto en Bruselas como en el Festival de Salzburgo o en la Ópera de París. Allí fue, de hecho, donde tuve la suerte de ver y oír a Teresa Berganza en Carmen, durante mis años de aprendizaje junto a Rolf Liebermann. Sabrán también que organicé el debut de Alfredo Kraus en la Ópera de Hamburgo, que invité a La Fura dels Baus al Festival de Salzburgo para lo que sería su primera ópera fuera de Cataluña, y que he tenido la fortuna de poder invitar a cantar a numerosos cantantes españoles en los diferentes teatros de ópera donde he trabajado.
A lo largo de los últimos veinte años, he recorrido España de Norte a Sur y de Este a Oeste, tanto para conocer al pintor vasco Ibarrola como para descubrir con Eduardo Arroyo el Havana Hotel de la Gran Vía, o para dar conferencias en Valencia, Murcia, o la Coruña; para visitar Bilbao –y no sólo el Guggenheim sino también la bella sala de la Sociedad Filarmónica-, para responder a una invitación de los Amigos del Festival de Salzburgo a Valladolid, donde tuve ocasión de conocer una de las más bellas bibliotecas de Europa.Y, por supuesto, sé fehacientemente que aún me quedan muchísimas riquezas por descubrir.3. Muchos de ustedes conocen mis reflexiones sobre la ópera hoy en día y por tanto no debo entrar en detalles. Sin embargo, quisiera poner el acento una vez más en el hecho de que yo considero la Ópera como el arte ideal para reequilibrar, a través de la fuerza del canto y de la música, nuestra sensación existencial del mundo, que ha sido deformada por la avalancha de informaciones que recibimos cada día en esta sociedad nuestra, tan mediatizada.Gracias al canto podemos percibir la existencia misma del Amor, de la Pasión y de los Celos, de la Muerte, la Esperanza y la Utopía…Los personajes cantan mientras mueren y por eso nos emocionan tanto y porque podemos cantar la Utopía, podemos creer en un mundo mejor.Para que esta emoción llegue a transmitirse, debemos dar al público las referencias necesarias, tanto desde el punto de vista musical como en lo escénico, y ahí radica el trabajo fundamental del director de un teatro de ópera.
4. En contra de lo que suelo leer en la prensa, mi primera preocupación es la calidad musical. Mi formación, sin ir más lejos, es musical y no escénica, ya que fui durante siete años administrador artístico junto al director de orquesta Christoph von Dohnányi y tres años junto al compositor y magnífico intendente Rolf Liebermann. Mi primera preocupación en Madrid será, por tanto, la de concentrarme en la calidad del Coro y la Orquesta del Teatro Real. Los aplausos recibidos por el maestro Jiří Belohlávek anteayer me han confirmado, de hecho, lo sensible que es el público madrileño en este punto. Seguiré pues adelante con el trabajo comenzado por el maestro Jesús López Cobos, en estrecha colaboración con la Dirección del Coro y Orquesta y con el director general, el Sr. Miguel Muñiz. Es ésta también la razón por la que he decidido no contratar a un Director Musical, sino rodearme de un grupo de excelentes directores de orquesta, cada uno con su especificidad, que se conocen entre ellos, y que juntos podrán dotar de esa excelencia a las formaciones musicales antes citadas. Es este sistema el que ha hecho de la Orquesta de la Ópera de París, en los últimos años, una de las mejores formaciones musicales del mundo de la ópera.
5. En lo que se refiere al gesto teatral -a lo escénico-, se trata también de volver a acercar a los grandes artistas del mundo visual (pintores, escultores, artistas de vídeo) a la ópera, para que el público no se vea enfrentado a un espacio decorativo sino a un “lugar teatral” tal y como Peter Brook nos lo ha descrito en su libro “El espacio vacío”. Precisamente en Madrid, que dispone de los más bellos museos del mundo, la presencia de artistas visuales en la Ópera es una necesidad.No se trata de modernizar sino de crear, a través de imágenes y a través de la acción entre los personajes, unas referencias para que el público pueda establecer una unión entre su propia vida personal, la vida de la sociedad que le circunda y la de los héroes que están sobre la escena. Felipe II y Posa no son solamente personajes históricos, sino que deben representar a hombres y mujeres con los que podamos identificarnos. Una de mis más interesantes experiencias fue ver cómo un público formado por jóvenes abucheaban a Germont padre en La Traviata; y sin embargo, el cantante había cantado y actuado magníficamente bien…
6. Las Óperas del siglo XX, con una lista que reúne un número mucho mayor de obras maestras que la del siglo XIX, deben representar al menos el 35% de la programación. Es la única manera de evitar que la Ópera se convierta en un museo y de habituar a nuestros oídos a un lenguaje musical que acepta e incluso disfruta con la escucha de una música contemporánea.
7. Todo esto requiere un trabajo pedagógico acentuado y por eso continuaré con gran alegría los esfuerzos emprendidos por Antonio Moral en este terreno, buscando al mismo tiempo vehículos suplementarios e intentando integrar la técnica audiovisual e Internet, tal y como se ha hecho ya en el Liceu de Barcelona.8. Por su orientación y su arquitectura, el Teatro Real mira hacia el Palacio Real y da la espalda a la ciudad. Simbólicamente, el edificio deberá abrazar a la comunidad de esta ciudad tan variada y a sus múltiples instituciones artísticas y así, cultivar su apertura al mundo.
Gerard MortierMadrid, 4 de diciembre de 2008