miércoles, 3 de enero de 2007

La Clemenza di Tito: ese hermoso ladrillo

Antes que nada, un cafenet y un poquito de roscón de reyes



La Clemenza di Tito, KV 621, la última ópera de Mozart, es considerada pro muchos, como un auténtico ladrillo, sobre todo, teniendo en cuenta que Mozart ya había compuesto la trilogía dapontiana, y que 24 días antes de la Clemenza, se estrenó La Flauta Mágica.

¿Qué ocurre con la Clemenza? ¿Es un paso atrás en su composición? Para poder responder a estas preguntas, debemos situarnos en el contexto de su creación.

El año 1791, es el año del fallecimientode Wolfy, pero también fue un año "movidito", puesto que en este corto período de tiempo, compuso 30 obras (danzas y contradanzas para la corte, concierto para piano, el Ave verum corpus, lieder, arias de concierto, La Flauta Mágica y La Clemenza di Tito)

Durante el verano de ese año (en pleno proceso compositivo del Réquiem y de la Flauta), nuestro querido Wolfy(que no andaba bien en temas económicos), recibe el encargo de componer para la Coronación del Emperador Leopoldo II, como rey de Bohemia, que tendría lugar en septiembre. Pero esta contratación, tenía "antecedentes".

En la primavera de 1789, alentado por la gran acogida que las óperas de Mozart gozan en Praga, Guardasoni decide encargarle al salzburgués una nueva composición escénica. El propio Mozart opta por el libreto de Metastasio sobre Tito, aunque requiriendo el concurso de un poeta que pusiese al día y acortase los largos y anticuados versos. Mozart inicia un viaje por tierras alemanas que le lleva a Dresde, donde Caterino Mazzolà residía y trabajaba; ambos se ponen de acuerdo y el poeta inicia la tarea a la vez que Mozart esboza y compone algunos números. Pero a las pocas semanas Guardasoni pierde la concesión del Teatro Nacional de Praga, marcha hacia Varsovia y el asunto queda en el olvido. Dos años más tarde, el empresario vuelve a dirigir el teatro de la capital bohemia y recibe el encargo de una ópera para las solemnidades de la coronación del emperador Leopoldo II como Rey de Bohemia. En el contrato se establece que la música deberá ser obra de "un celebrado maestro" y basarse en alguno de los dos argumentos
(sabemos que uno de ellos giraba en torno a la historia del rey sueco Gustavo Wasa) sugeridos por el Conde del Castillo, pero que en caso de que no diera tiempo se podría utilizar La clemenza di Tito de Metastasio. Parece que Guardasoni, dado el poco tiempo disponible, prefirió guardarse las espaldas al sugerir el tema de Tito, recordando el antiguo encargo a Mozart.

La primera intención de Guardasoni, no obstante, fue la de contratar a Antonio Salieri, entonces el compositor de mayor fama e influencia en la corte vienesa y el preferido por los nobles checos. Salieri, sin embargo, no pudo aceptar el atractivo encargo debido al exceso de trabajo que por aquellos días del verano de 1791 tenía en Viena. Su ayudante Joseph Weigl había sido requerido por el todopoderoso príncipe Esterházy para dirigir los festejos musicales en conmemoración de la coronación imperial de Leopoldo II. Haydn, su músico particular, se encontraba en plena fiebre de éxitos en Inglaterra y había anunciado a su patrón que tardaría aún unos meses en volver. De manera que, en una carambola a cuatro bandas entre Haydn, Weigl, Salieri y Mozart, éste acabó recibiendo la comisión de Guardasoni. Mazzolà, por añadidura, se encontraba en Viena como poeta de la Corte, por lo que la elección de La clemenza di Tito era la opción más factible: el libreto debía estar ya preparado hacía tiempo y Mozart ya lo había empezado a musicar tiempo atrás, hasta el punto de que la gran escena y rondó de Vitellia con parte obligada de "corno de bassetto" ya había sido estrenada en un concierto en Praga el 26 de abril de 1791, dos meses y medio antes del encargo inicial a Guardasoni.

En la época del despotismo ilustrado , el emperador Tito (ya recordado en la Antigüedad como un modelo de gobernante benévolo) fue comparado con otros monarcas de la época moderna. Pero, ¿existen las casualidades?. Veamos, Leopoldo II, cuando únicamente ostentaba el título de Gran Duque de Toscana (1765-1790), ya fue comparado por sus súbditos florentinos con el propio Tito y Alemania, adoptó esa misma imagen tras la muerte de su hermano José II (1790). En una inscripción en latín, realizada en Frankfurt con motivo de su coronación como emperador, se le atribuían varias virtudes de los emperadores romanos. La virtud que compartía con Tito, era la clemencia: "Plaude Gemania felix! Imperatorem tenes bonitate Troianum, clementtia Titum, sapientia Aurelium. Iam redunt Saturnia regna!" (¡Aplaude afortunada Germania! Tienes un emperador que es por su bondad el Troyano, por su clemencia Tito, por su sabiduría Aurelio. ¡Ya vuelve el reinado de Saturno!). Vamos, como anillo al dedo, en una época en la que la revolución ya había llegado a Francia (y rodaban cabezas, a lo Sleepy Hollow).

El libretto original era de Metastasio y ya había sido musicado por otros como Caldara o Hasse. El encargado de revisarlo fue Caterino Mazzolà, el cual, la “recortó”, dejándola en 2 actos, eliminando arias y personajes.

2 comentarios:

  1. Ya hace días que pasé por aquí y vi el estupendo cafe y la pinta que tiene ese roscón pero no apunté nada porque no me había dado tiempo a leerte.
    Ahora sí, i molt bé.

    No sé a qué música estaba hecha la "princesita" para tildar de porquería a esta ópera. Bueno, en realidad tampoco entiendo porque tantos otros (estos sí que tienen el oído educado) la tachan de ladrillo porque a mi, cuanto más la escucho más me gusta. Y el planteamiento puede ser el contrario, no como es que Mozart compuso esta ópera prácticamente el mismo mes que Die Zauberflute, sino como pudo componer semejante maravilla en tan poco tiempo y en esas condiciones... que stress !!! Y a pesar de ello, la ópera es puro equilibrio.

    Mis momentos favoritos son el Parto, parto; el Del piu soblime soglio (no sé por qué me gusta tanto, será porque la puedo cantar hasta yo ... ejem); y me gusta mucho la frase Deh ! Conservate oh Dei, Seeeeeeeeeeeeesto, ahimé !!! (jajaja, me troncho, estoy cantándola cual Vitellia desesperada).

    En fin, gracias Zerlinetta. Si no fuera por ti nos quedamos sin nada de Clemenza... yo flipo con la gente.

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  2. Po´s muchas gracias, cara. ;)
    Lo he hecho porque me encantaaaaaaa La Clemenza y si algún día se quiere colgar en el foro, pues pronto se cuelga. Cap problema.
    Wolfy, en ese último año, estaba en estado de gracia. Si hubiera contado con un libretto mejor o con algo más de tiempo, hubiera sido la leche, porque musicalmente, La Clemenza es de lo mejorcito de Wolfy.
    De los personajes, casi que me quedo con Servilia, que aunque es un personaje secundario, tiene una música preciosa.Bueno, creo que también influyó que la Popp, fuera la Servilia de mi primera Clemenza, je, je, je

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