domingo, 15 de julio de 2007
Beverly Sills
Como cuando falleció Sills, no tenía mucho tiempo para el blog, y ella se lo merece, he aquí un pequeño repaso a la vida de esta magnífica soprano.
Beverly Sills, que realmente se llamaba Belle Silvermann, nació en Nueva York el 25 de mayo de 1929. Hija de inmigrantes judíos ucranianos, desde muy niña, destacó por su capacidades hacia el canto, tomando clases con Estelle Liebling, a los 7 años.
En 1946 cantó su primer papel operístico, la Frasquita de Carmen en la Civic Opera de Filadelfia. Poco después, se enroló en una gira con la Compañía Charles Wagner y, en 1953 debutó en la Ópera de San Francisco interpretando el personaje de Elena, en el Mefistofele de Boito.
Pronto alcanzó popularidad en los Estados Unidos, gracias a sus abundantes actuaciones ante los micrófonos de la radio, dedicadas sobre todo a la opereta y a los musicales. En 1955, llegó su presentación en la New York City Opera (con la que estaría ligada, a lo largo de su carrera profesional, de diversa forma), cantando Rosalinde, en Die Fledermaus. Con esta compañía, Sills, consiguió ampliar su repertorio, añadiendo personajes como Philine (Mignon) ,Louise,la Marguerite de Faust, los tres personajes femeninos de Les Contes de d´Hoffmann, Cleopatra (Giulio Cesare), personajes mozartianos como Konstanze, Donna Anna, y la Reina de la Noche, Elvira de I Puritani,Rosina, Marie en La Fille, Lucia, Manon, las 3 reinas Tudor (Elisabetta, Maria Stuarda y Anna Bolena), Fiorilla (Il Turco in Italia), Adele (Die Fledermaus), Violetta, Norma, y la reina en El Gallo de oro, así como otros papeles en óperas contemporáneas.
Sills, se presentó en el viejo continente en 1967, debutando en la Ópera de Viena interpretando la Reina de la Noche. Y dos años más tarde, llegaría uno de los hitos de su carrera, la interpretación de Pamira, en L´assedio di Corinto, en la Scala de Milán. El éxito fue tal, que la Sills, consiguió ser portada de la revista Newsweek, y un año más tarde, en Time, aclamádola "La Reina de América". En 1970, interpretaba Lucia, en el Covent Garden de Londres. El Teatro Colón de Buenos Aires, la Ópera de Viena y los escenarios de Berlín, Nápoles y Venecia acogieron su arte durante aquellos años.
Logrado el reconocimiento internacional, se produjo al fin el debut de la Sills en el Metropolitan de Nueva York, en abril de 1975, de nuevo con Pamira. Durante las siguientes 5 temporadas, Beverly dio en el Met un total de 40 representaciones, con 5 de sus grandes roles: Violetta, Lucia, Thaïs, Norina y Pamira. También mantuvo una frecuente colaboración con la Compañía de Ópera de Boston, que dirigía Sarah Caldwell (con la que grabaría un Don Pasquale, junto a Alfredo Kraus). En 1979, la Sills sucedió a Julius Rudel en la dirección de la New York City Opera. Se despidió de la escena, cantando La Loca,ópera que Gian Carlo Menotti (también recientemente fallecido), le había dedicado y que ella había estrenado en San Diego. El 27 de octubre de 1980, finalizó la soprano su carrera, con una función de gala en la que fue su “casa” toda su vida, la New York City Opera.
A partir de 1994 hasta 2002, Sills fue la presidenta del Lincoln Center. En octubre de 2002, acordó servir como presidenta de la Ópera Metropolitana, de la cual ella había sido miembro del consejo desde 1991.
Probablemente, la mayoría de grabaciones que tenemos de esta magnífica soprano, no hagan justicia a lo que realmente fue. Y sea debido a sus registros tardíos, por su también tardío debut en el Met, ya en el final de su carrera. Fue entonces cuando la EMI, decidió incluir a la Sills en su catálogo. La voz de Sills, había cambiado al asumir roles más pesados, que perjudicaron a su registro agudo, pero su labor interpretativa seguía intacta.
La grabación de óperas como Norma, Anna Bolena o Maria Stuarda requería una anchura grave y una potencia en el agudo, que no eran propias de la voz de Sills. Gracias a su inteligencia musical, logró acomodar la psicología de los personajes a sus propios medios vocales. Pero el deterioro vocal fue in crecendo. Por lo que es recomendable escuchar sobre todo los registros en vivo, o en estudio, anteriores a 1972, para poder apreciar en esplendor a la soprano norteamericana.
No puedo dejar de mencionar, algo que entraría dentro de lo anecdótico, pero que siempre me viene a la cabeza cuando escucho a la Sills y son sus apariciones en los Teleñecos. Parece una tontería, pero reflejan lo que fue esta grandísima soprano, es decir, una anti-diva, una mujer jovial, extrovertida y con un sentido del humor a prueba de bombas. BRAVA SILLS!
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Olá Zerlinetta.
ResponderEliminarGostei muito deste post sobre a outra Grande Senhora que nos deixou.
Não conhecia o video do Muppet Show, espero que não te zangues por eu o colocar no meu blog...
Saludos de Lisboa.
Olá Paulo.
ResponderEliminarO video não é mio, encontrei-o em youtube.
Saudações